Su boca fresca de dolores inflamada
tan grande ayer eras tú
como frijoles y espuma de la leche
como la blanca
que tanto provocas tú
tantos olores brillantes
que se degustan en mí
como soya y colibrí
¡tantas gracias sobre mí!
tan sutil y contingente
como arroz y ajonjolí,
y que el futuro no baste
por saber tanto de ti
mi plegaria solo una o dos
como aceite se desgaste
mi cuerpo de aceituna
junto a ti se me consuma
morir como los árboles
siempre de pie, frente a ti
como tú y tu frenesí
discurrido carmesí
vereda de dolores inflamada
y tan punto grande
fluirá mi sudada savia
como la cajeta sabia
dulce como tu rubí
que me cargas y me cantas