Bien eres venido

Blog hecho de y para gente pretenciosa.


Friday 2 November 2012

Cáscara de naranja.

La gracia, en su gracia, no es accesible a cualquier desgraciado.
Tú, en tu gracia,  eres accesible a ningún desgraciado.
Me abro.

Nunca, en mis cuarenta y seis años de estar parado en el mundo, me habían dado tantas ganas de escribir.
Y no es porque la muerte, en su gracia,  ni por ser día de los muertos, me arrime su paquetote y me diga como en reminiscencias de úlcera que me tengo que ir con ella. 
Es porque la vida,  en su antigracia, me llena de estos como se llamen, agriosas y curtidas texturas de amor.
De tú en lo que más te corresponde, la gracia.

¿Quién soy yo sino todo lo que soy, en consecuencia de no ser, una naranja que esas que vemos todos los días, una tanyerina, una plomada de catedral o de biólogo, un error de Dios?

Uno no puede comulgar, es decir, recibir a lo que venimos al mundo, venir a pasar a tener a Dios adentro para siempre, si no está en estado de gracia o por lo menos confesado y penitenciado.

Ivet, en su gracia, es como los espíritus, como la Aurora de rosáceos dedos, tan igual al café que nunca me permito probar, tan diferente a todo lo que en esta ciudad es bueno, bello, y sexualmente un objeto.
Como un mito, un truco, una treta,  una papanatas sin rostro, un mal chiste con un pedo,  un pedazo de mierda de microbús,  una Iztapalapa incendiándose, una Condechi arábiga, como la misma gracia que la llena Virgen tiene. Has pasado de ser mi amiga a mi madre y de madre a pluma para escribir para pasar a ser mi conciencia, nadie en el mundo me anticonoce mejor que tú. 

En cambio, la sangre, el rosa,  la prosa limpia, clara y honesta, el sol que no sirve, el tráfico inmutable, los viejitos muertos de hambre, los Chelicerados, el gonoporo, el dioico.
¿En cambio qué?
En cambio tú, que me dejas porque me lo merezco. Que me lloras porque estoy muerto. Ni Dos Passos ni Cuetzalan podrían acercarme a ti.
Soy poco más que mierda, ya que la mierda se deja ir a todas partes, está adentro de todos, la sienten. 
Pero la ignoran, dejan que fluya, no es desechable pero debe de irse.
Tengo algo que decirte. No lo voy a hacer porque sería igual a la mierda que te acabas de echar, te sentirás aliviada y suave como la zorra que se quería coger Polifemo.
 Pero me tendría que ir para siempre, en unos cuantos miles de años, todos nuestros átomos se reunirán otra vez, para formar un sólo individuo, bello, monoico, mayesiático en modestia, 
en estado de gracia.

No comments:

Post a Comment

COMENTA